viernes, 24 de diciembre de 2010

La escuela de verano

Desde principios de diciembre los niños ya no tienen clases en la escuela, puesto que son sus vacaciones, y éstas se prolongan hasta finales de enero. Para que no estuviesen todo el día jugando y reforzaran conocimientos, algunos voluntarios hemos montado una escuela de verano, que ya casi tiene un mes de vida.

La ONG dispone de tres aulas en la zona de la primera fase del proyecto, que hemos adecentado (comprado pizarras y material escolar, pintado las mesas, colocado pósters) y en ellas estamos dando las clases.


Las mañanas las dedicamos a impartir lengua, matemáticas, inglés y refuerzo en las materias que algunos niños tienen que recuperar al acabar las vacaciones. Las tardes son para actividades lúdicas, como talleres de manualidades y juegos al aire libre.


Hemos dividido a los niños de la siguiente manera, los más pequeños (de 5 a 9 años más o menos) van los lunes y miércoles por la mañana, y los martes y jueves por la tarde . Los más mayores (hasta 12 años aproximadamente) asisten a la escuela los martes y jueves por la mañana y a la ludoteca los lunes y miércoles por la tarde.

Un par de voluntarios se encargan de bajar el camino e ir recogiendo a los chavalos hasta las clases (si no, no irían) donde comienzan las clases entre las ocho y media y las nueve. En dos clases separadas se dan en una lengua y en otra matemáticas. Sonia se encarga de los números y Raúl de las letras, junto a más voluntarios.

Clase de matemáticas

Clase de lengua.
A las diez y media es el receso (= recreo) y viene un voluntario con desayuno para los niños.


Patio de la escuela de verano - Plaza del mango de ACE1
 
A las once comienza la clase de inglés para los niños que no tienen que recuperar asignaturas, y para aquellos a los que les ha “quedado” alguna o van un poco más “flojos” se les da la clase acorde a los contenidos que tienen que preparar.

La verdad es que la escuela empezó con bastante fuerza y había muchos alumnos por clase, ahora van menos, aunque de repente un día te llegan el doble que el día anterior…. En muchas ocasiones hay que ir a recordarles que vayan a clase porque se les olvida, o tienen que cuidar la chabola o ir a vender o a comprar al mercado en Granada.
En cuanto a su comportamiento, hay de todo…..unos pocos que se portan bien, normalmente los más mayores, y muchos que llega un momento en que se cansan y comienza el caos, los chillidos, las salidas del aula, etc….

Ayer fue el último día de escuela antes de nuestras vacaciones de Navidad, pero volveremos a dar clase a partir del 3 de enero, hasta el 21, ya que la semana posterior comienzan los exámenes de reparación (= recuperación) y de nuevo el curso académico en la escuela La Inmaculada.

PD: Con el dinero de las donaciones hemos comprado dos pizarras grandes, dos borradores, ocho marcadores, cuarenta cuadernos y cuarenta lápices por un total de 1.726 córdobas (ahora mismo el cambio está a 1 dólar = 21,75 córdobas).

viernes, 10 de diciembre de 2010

Fin de semana de barrio

Antes de empezar a contaros cómo fue el fin de semana queríamos informaros de que hace ya un par de semanas que nos mudamos de casa. Hasta ahora vivíamos con la coordinadora de la asociación (donde nos alojábamos debido al gran número de voluntarios que había) y ahora estamos en la casa amarilla.


Desde que llegamos a La Prusia las palabras confort e intimidad han perdido su sentido y ahora con mayor motivo. En la casa amarilla  vivimos 14 voluntarios. Raúl comparte habitación con dos canadienses y un estadounidense (4 personas en unos 8 metros cuadrados) y Sonia con una francesa y una alemana que regresarán a sus países de origen próximamente. Sí, esto parece la ONU…

La verdad es que convivir con tantas personas tiene cosas curiosas como ver la cara con la que se levanta cada uno, buscar un hueco para poder hacer el desayuno, pedir vez para poder entrar al baño, organizar sesiones de cine….

En general se puede decir que, teniendo en cuenta la cantidad de personas que vivimos en este pequeño espacio y la diversidad de procedencias y caracteres, la buena onda es la protagonista de la casa.

 
En cuanto al fin de semana, lo pasamos en La Prusia. El sábado teníamos jornada festiva con la gente del barrio: organizamos un mercadillo con ropa y juguetes que habían ido dejándose los voluntarios que han pasado por la ONG, a un precio económico. Se vendieron camisetas, pantalones, zapatillas, juguetes, estuches y carteras. El dinero recaudado se gastará en organizar una fiesta de Navidad para la gente de La Prusia.


Al rato dio comienzo la obra de teatro de Peter Pan organizada por los voluntarios junto con algunos niños de La Prusia. Los “chavalos” (= chavales en nicaragüense) lo hicieron bastante bien y nos soltaron la carcajada.


Finalmente la jornada terminó con la actuación de una asociación de jóvenes nicaragüenses de malabares y acrobacias que nos divirtieron y arrancaron los aplausos del público allí presente.



Después de toda la mañana recalentados por el sol nos fuimos al cafetín donde habíamos reservado para comer enchiladas, pollo empanizado, gallopinto y por supuesto unas buenas repochetas.

Por la tarde fuimos a Granada. De camino paramos en la casa de una familia de La Prusia que nos había invitado a tomar leche con arroz (= el arroz con leche de toda la vida con un poco de dulce). La vivienda no es una chabola como las que aparecen en las fotos en entradas anteriores del blog. Se trata de una casa más o menos curiosica en la que viven cuatro familias. Estuvimos con ellos durante un buen rato bailando con los críos y echándonos unas risas. La verdad es que fueron encantadores y muy atentos. Tras un poco de arroz y algo de bachata continuamos el camino a Granada. Cenamos un buen burrito en el Centralito y terminamos en un bar llamado Conchi´s, con música en directo (bachata, cumbia, reggaetton), platicando con algunos prusianos con los que coincidimos y algunos viajeros. Mientras, en la pista, los nicas, los guiris y algunos voluntarios bailaban al ritmo de la música, a la que hemos empezado a cogerle el gustillo.

A la mañana siguiente se jugaba un partido de béisbol de la liga del departamento de Granada, en el que se enfrentaban el equipo de La Prusia y “Los Halcones”de las isletas. Varias familias animaban al equipo del barrio e insultaban chistosamente al equipo contrario. Tan chistosamente que en muchas ocasiones no sabíamos qué querían decir. Me imagino que a ellos les ocurriría lo mismo si presenciaran un partido de fútbol en España.



Tan sólo quedan dos semanas para Navidad. En esas fechas muchos voluntarios tenemos una semana de vacaciones por estar seis meses de voluntariado y aprovecharemos para hacer algún que otro viajecito. Los días de Nochebuena y Navidad estaremos en La Prusia algunos de los voluntarios, días en los que se hará una reforma de la casa amarilla, una reforma muy necesaria. Así que nos esperan unos días a lo “Benito y Manolo” y después………… destino…….(véase en próximas entregas).

PD: Hemos actualizado el apartado "Enlaces de interés" con un par de blogs de algunos voluntarios y con la dirección You Tube de un videoclip de los niñ@s de La Prusia bailando al son de uno de los temazos del momento (os aseguro que no tiene desperdicio).

viernes, 3 de diciembre de 2010

Excursión dominguera a San Juan del Sur

El domingo 28 de Noviembre unos voluntarios junto a algunas familias de La Prusia hicimos una excursión a San Juan del Sur, en la zona sur de la costa pacífica nicaragüense.
La hora a la que habíamos quedado con la gente de la Prusia fue las 5 de la mañana, finalmente salimos a las 6 h (como de costumbre) pero por causa de los voluntarios (lo nunca visto: un nicaragüense esperando por un extranjero).

Alsa "Supra" que nos llevó hasta la playa
Tras dos horas de viaje en un minibús que llevaba sillas de plástico adicionales en el  pasillo para aumentar el número de pasajeros llegamos a la playa en la que íbamos a pasar el día, una vez que hubimos dado un paseo para conocer el pueblo. Es una localidad muy turística (para tratarse de Nicaragua) pero con bastante encanto.

Casas coloridas de San Juan del Sur



La verdad es que el tiempo no acompañaba especialmente pero pudimos disfrutar bastante de un día de relax. Cuando salía el sol, picaba horrores, cuando se ocultaba tras unos minutos caía un chaparrón que duraba 3 minutos y vuelta a empezar.



Los “cheles” (término con el que designan a los extranjeros de piel clara) éramos los únicos que nos metíamos en el agua sin camiseta y con bañador o biquini, puesto que los “nicas” entran al mar vestidos normalmente, fundamentalmente las mujeres.

A la hora de comer, como no podía ser de otro modo, sacamos la tortilla de patatas acompañada de un queso típico del país muy blanco, tipo queso fresco y bastante salado.

Los "cheles" en la playa
Tras el almuerzo, siesta en la arena y otro bañito y paseo, aquí fue donde conocimos a Byron, un chiquillo de Managua muy agradable y al que parecía gustarle hablar con todo el mundo.

Café con leche
A eso de las 4 de la tarde subimos al minibús y de vuelta a nuestro hogar con un color rojo en nuestra piel, recuerdo de San Juan del Sur, lugar al que pretendemos volver a ir.