viernes, 29 de octubre de 2010

Masaya y Catarina: volcanes y artesanía

Nuestro primer fin de semana en Nicaragua y nuestra primera visita turística.
El pasado viernes salimos de La Prusia junto a otros cinco voluntarios en dirección a Masaya, un pueblecito con un mercado bastante conocido en el país por su artesanía y situado próximo a una zona volcánica.
 

 Sonia en "Méndez Álvaro" de Masaya

Masaya es un pueblo "nica" 100% donde apenas encontramos extranjeros, excepto algún que otro cooperante de visita como nosotros, entre ellos unos catalanes con quienes compartimos unas Toñas y unas Victorias (cervezas nicaragüenses). A lo largo de la conversación nos aconsejaron el hostal en el que estaban alojados , pues les habíamos comentado que en el que nos quedamos la primera noche no nos acababa de agradar............hostal Masayita, más conocido por nosotros como "la cárcel turca"...


El sábado por la mañana visitamos la zona volcánica y subimos, a través del parque natural, al cono volcánico en activo.....fue impresionante. Tras una caminata de dos horas sudando por todos nuestros poros llegamos a un cráter enorme que emanaba grandes cantidades de azufre.
Nota aclaratoria: esta vez no encontramos el botón para la expulsión de cenizas que provoca el bloqueo del espacio aéreo mundial..........otro volcán será......




A la vuelta de nuestra visita al parque natural paseamos por el mercado, lleno de colorido y donde el regateo está a la orden del día (como en todo Nicaragua, según parece).


El domingo partimos hacia Catarina, uno de los conocidos como Pueblos Blancos.... famoso también por su artesanía y sus vistas a la laguna de Apoyo. Aquí pudimos ver una mariposas azules impresionantemente grandes, un colibrí y gusanos de colorines.
En cuanto a la gastronomía, pudimos degustar platos típicos contundentes y a muy buen precio (1 euro y medio por persona, al cambio) entre ellos la ..........REPOCHETA.....sí sí, habéis leído bien........REPOCHETA.......una tosta de maíz con queso, repollo y un tipo de salsa...........ummmm.
Nota: una pocheta + una pocheta = una repocheta.


 Lo que se ve sobre nuestras cabezas es una mariposa

Casa de campaña del Frente Sandinista

Cuando llegamos a la Prusia, muy cansados pero encantados por la excursión que habíamos hecho, una duchita, cena y pa´ la cama que la semana que comenzaba prometía ser intensa y emocionante.


martes, 26 de octubre de 2010

Primeras impresiones


¡Hola gente!
Antes de nada que sepáis que estamos los dos muy bien, hemos llegado perfectamente y las cosas parece que marchan.

Nuestra primera parte del viaje fue ir a Londres, salimos con un par de horas de retraso desde el aeropuerto de Villanubla y cuando llegamos a la capital inglesa diluviaba, caían chuzos de punta. Ya os podéis imaginar la odisea con una maleta y  dos mochilas cada uno, montones de gente por todas partes y la lluvia que no nos ayudaba. No pudimos disfrutar del ambiente londinense porque estábamos muy cansados, pero ya habrá tiempo en otras ocasiones para ver la ciudad.


El viaje a Nicaragua fue cansado, diez horas de vuelo desde Londres a Houston, dos horas esperando allí y 3 horas desde Houston a Managua. Aunque la verdad es que los aviones estaban muy bien, nos dio tiempo a ver tres películas, echar unos solitarios y demás juegos, siestas y a comer todo lo que nos daban l@s azafat@s.

Cuando, por fin, llegamos a Managua y pasamos la aduana, donde no se daban especial prisa, salimos y nos encontramos con una mujer portando un cartel que decía “Casas de La Esperanza” que, evidentemente, nos buscaba a nosotros. Aquí sí que llovía, lo de Londres había sido una broma.

Desde aquí nos quedaba una hora y media a nuestro destino: La Prusia, embutidos entre nuestro equipaje, dentro de una camioneta extravagante. El camino de acceso al barrio estaba lleno de barro y baches enormes. La época de , que previsiblemente finalizará en noviembre, ha hecho verdaderos destrozos en el camino. Cuando salimos de la furgoneta que no nos podíamos ni mover………….pero estábamos en “casa”.



Cuando descargamos las mochilas y nos instalamos provisionalmente, fuimos a conocer al grupo de voluntarios y nos recibieron con un baile estilo equipo de Nueva Zelanda de rugby y con una coña sobre uno de los voluntarios que estaba loco y nos daba voces por el jaleo armado con el bailecito y los gritos. Fue muy curioso ver cómo nos observaban con nuestras caras de incrédulos.


La primera noche dormimos rodeados de numerosos ruidos extraños, entre ellos unos sapos o ranas que hacen ruidos típicos de  La Guerra de las Galaxias y los ruidos de gecos que ayudan a la gente a dejar de roncar. De hecho vamos a recoger unos cuantos y a rodear la cama de Raúl con varios de esta especie. Aparte de esto un calor y una humedad que os podéis imaginar. Esto ya lo vamos llevando un poco mejor, a ver cuando empiece la época seca…


A la mañana siguiente bajamos a la ciudad por el camino de cabras observando las chabolas  construidas con cualquier tipo de material (plásticos, cartones, madera…..).


Una vez en el centro de Granada hicimos compras, llamamos a casa y cambiamos dinero. Es una ciudad con mucho encanto, con casas de no más de 2 metros de altura y todas de colores.


Cuando subimos de vuelta con un sol de justicia aplastándonos, a las 12 y media (tarde para el horario local) nos pusimos a comer con todos los demás: arroz con frijoles, puré de patata riquísimo, y plátano frito…………todo muy bueno…..ya veremos lo que decimos tras unos meses comiendo lo mismo.
Por la tarde tuvimos nuestra primera actividad como voluntarios, ayudando en labores de apoyo educativo y lúdico con los niños. Contamos un cuento y los niños estuvieron dibujando y pintando. Por cierto, los medicamentos y los cuentos ya están en buenas manos. Una de las voluntarias es chilena y es la responsable de la farmacia y de repartir las medicinas entre los vecinos de La Prusia. Nos agradeció mucho traer las medicinas y la leche materna, muy necesarias para esta gente.

Ya hemos tenido un par de reuniones para organizar las actividades y  ver dónde podemos encajar mejor. Por ahora vamos a estar, principalmente, en refuerzo escolar con los niños en la escuela. Consiste en dar clases personalizadas de matemáticas y lenguaje a los niños con más dificultades. Estamos muy ilusionados.

La gente aquí parece muy maja, ahora estamos un grupo de 27 voluntarios (somos sobrepoblación, para lo que están acostumbrados; parece ser una consecuencia de la crisis).

Este fin de semana vamos a ir a Masaya, una ciudad cercana a Granada con unos compañeros. Veremos lo que nos depara este destino……….

lunes, 18 de octubre de 2010

Mariposas en el estómago

Quedan unas 12 horas para coger el vuelo a Londres, ciudad en la que pasaremos la noche del martes, y menos de 48 horas para tomar el avión con destino a Managua.

Esta última semana ha sido una locura, entre papeleo y gestiones diversas, compras, despedidas con familiares, amig@s y compañer@s, preparar el equipaje y recoger vuestras donaciones, no hemos dado abasto.

Ante todo, ¡muchísimas gracias por vuestro esfuerzo! Y es que entre tod@s al final hemos recaudado…….ta chán, ta chán………….678 eurazos. No nos cansaremos de decirlo, MUCHAS GRACIAS.

De estos 678 euros hemos gastado 90 euros en la compra de:

·         4 cajas de 100 gasas individuales de 20x 20 (Indas)
·         6 cajas de 30 comprimidos cada una de hierro (Tardyferon)
·         6 cajas de 30 comprimidos de ácido fólico (Acfol)
·         4 cajas de complejo polivitamínico en gotas (Protovit)


Ésta es una muestra de lo que hemos comprado con parte del dinero que nos habéis dado. La verdad es que con todo el dinero recogido podíamos haber comprado más medicinas pero tampoco hemos querido arriesgarnos por si al llevar demasiada cantidad nos lo quitaban en el aeropuerto. De esta forma podemos destinar la mayor parte en la compra de material para cubrir las necesidades que detectemos una vez nos hayamos establecido en La Prusia.

Además hemos recibido algunas otras medicinas como colirios para tratar la conjuntivitis, otros medicamentos de hierro y leche para los pequeñines.



Y libros para las clases de apoyo a los niñ@s.


Gracias también, por supuesto, a la gente que nos ha aportado estos medicamentos y materiales.

De la cantidad de dinero que nos ha sobrado de las donaciones (588 euros, que ya está bien) hemos cambiado 454 € en dólares y el resto, recibido en las últimas horas, lo llevaremos en euros. Tanto el dólar como el euro se pueden cambiar a córdobas, la moneda de Nicaragua, en los bancos de la ciudad de Granada, pero desde la ONG nos informaron de que el dólar se cambia mejor, de ahí que la mayor parte la llevemos en dólares.


No podemos seguir escribiendo más por hoy puesto que mañana hay que madrugar para coger el avión a Londres y estamos un poco cansados de tanto preparar equipaje, hacer papeleos y tratar de acordarnos de todo lo que hay que llevar (que se nos olvidará algo, seguro), así que lo dicho: os mantendremos informados de lo que hacemos en La Prusia a través de este blog y de nuevo:

¡Muchisísísísísímas grrracias!
¡¡Os queremos!!

jueves, 7 de octubre de 2010

Propósito de este blog

Este blog pretende ser un diario de viaje de nuestra próxima, emocionante y, esperemos que, satisfactoria aventura.

El 19 de octubre dará comienzo una etapa de nuestras vidas que se encontraba oculta como una espinita clavada en nuestros corazones y que, poco a poco, ha ido saliendo a la superficie.

Tras muchos devaneos y momentos de reflexión tanto a nivel individual como en común, nos decidimos a poner en práctica algo que creemos interesante, solidario, a la vez que reconfortante para nosotros mismos: nos vamos a Nicaragua, concretamente a La Prusia, un barrio de chabolas situado en el departamento de Granada, para colaborar con la ONG Casas de La Esperanza.

La verdad es que esta decisión, en cierto modo arriesgada dadas las circunstancias conocidas por algunos de vosotros, se ha ido afianzando, creciendo y tomando forma con el paso del tiempo.

Para convertir el “eso que siempre quise hacer” en una realidad nos ha ayudado el tenernos el uno al otro a la hora de ir dando los pasos hacia “el gran salto”, así como las ganas de tomar parte en la vida de personas con muchas menos oportunidades que nosotros y la necesidad de salirnos del “único camino posible”, no por marcar la diferencia sino porque es lo que nos dicta el interior.

Queremos aprovechar para dar las gracias a la gente que nos ha apoyado, a aquellas personas que no nos han mirado como si por nuestra boca asomara una locura incipiente, a los que nos han escuchado, a todos aquellos que han tenido que tomárselo con resignación e incluso a aquellos a quienes les haya podido incomodar nuestra marcha. Gracias de corazón.

PD: Prometemos que los próximos artículos no serán tan cursis como éste.