viernes, 26 de noviembre de 2010

Ometepe, una isla singular

El fin de semana del 13 de Noviembre nos fuimos durante 4 días con otros 9 voluntarios a Ometepe, la isla más grande del mundo rodeada de agua dulce. Antiguamente eran dos islas independientes. En una de ellas se encuentra el volcán Maderas y en la segunda isla, el Concepción. Tras la erupción de uno de ellos con las rocas surgidas de la explosión se formó una única ínsula.

Para llegar hasta allí tuvimos que ir en bus hasta Rivas y luego tomar el ferry “Che Guevara” en San Jorge. Tras 45 minutos de trayecto por el lago, aunque por el oleaje bien podía ser el mar, llegamos a Moyogalpa, una de los dos pueblos grandes de Ometepe.



Volcán Concepción
Una vez allí, y tras establecernos en un hostal que regentaba una familia, nos dimos un paseo cerca del puerto y cenamos en una terracita.

Al día siguiente agarramos un bus para ir a Altagracia, la otra localidad grande de la isla, que ese mismo día celebraba la fiesta patronal: San Diego.


Parque central de Altagracia
Sonia entre las reproducciones de los volcanes en Altagracia
Cuando encontramos alojamiento y nos habíamos metido un señor desayuno entre pecho y espalda nos dirigimos, vía camioneta, hacia el Ojo de Agua, un paraíso de aguas cristalinas cerca de la impresionante falda del volcán Concepción.  Aquí estuvimos bañándonos durante una horas y disfrutando de semejante destino de relax y tranquilidad.

 

Ojo de Agua

Sonia con estatua a la entrada del Ojo de Agua

Por la noche, esta vez a pata, nos encaminamos de vuelta a Altagracia, no sin antes encontrarnos con una procesión de gente cantando y agitando ramos mientras llevaban en volandas al santo local. Esa misma noche, mientras nos encontrábamos en la fiesta de la localidad, con verbena y chiringuitos, algún indeseable se estaba apoderando del dinero y el móvil que uno de nuestros compañeros había dejado confiado dentro de la habitación del hostal.

El sábado, como no podía ser de otro modo, agarramos otro bus para llegar hasta San Ramón, un pueblecito costero a la sombra del volcán Maderas. Encontramos aquí un pequeño hostalito, en la casa de doña Conchita, en primera línea de costa, con un trato muy hogareño y con la compañía de gallinas y chanchos (=cerdos). Creo no equivocarme si digo que a tod@s se nos pasó por la cabeza robar un banco norteamericano y fugarnos a este rincón del mundo.


Hospedaje "La Cascada" en San Ramón



Ese mismo día ascendimos hasta la cascada de San Ramón tras una hora y media de caminata. La estampa del chorro de agua cayendo desde 60 metros, mientras reflejaba el arco iris, bien mereció el “paseo”. Nos bañamos en la misma cascada, comimos y nos dirigimos de vuelta a casa Conchita para contemplar el atarceder a la orilla del lago.





El domingo, una caminata elegante, de unos 13 kilómetros y bajo un sol de justicia sobre nuestras cabezas con las mochilas al hombro, para llegar hasta el pueblecito de Santa Cruz, donde nos esperaba un hostal muy bonito y mejor a simple vista de lo que estábamos acostumbrados. Dejamos nuestras cosas y nos fuimos a ver las piedras con dibujos tallados (petroglifos) que se suponen de época muy antigua, pero sin ningún tipo de explicación que nos lo aclare.

Raúl contemplando el petroglifo

Tras la vuelta al hostal una cena copiosa, un rato de charla y a la cama, no sin antes,  taparnos hasta las orejas y poner el abanico (como llaman aquí al ventilador) enfocado hacia nuestras cabezas, para ahuyentar a la nube de mosquitos que teníamos merodeando a nuestro alrededor.

El lunes por la mañana montamos pronto en un bus que nos llevó hasta Moyogalpa, desde aquí un ferry pequeñito y luego otro bus para acabar de nuevo en Granada, con el buen sabor de boca  que nos había dejado la isla de los dos volcanes, paradisíaca, con un toque rústico, que la convierte en un lugar único.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Casas de La Esperanza (II parte)

Algunos de los proyectos que se están llevando a cabo son:

Educación
En este proyecto, que cada vez va cobrando más fuerza en la ONG, se desarrollan las siguientes actividades:
  • refuerzo en la escuela de La Inmaculada
  • apoyo, con actividades didácticas y lúdicas
  • alfabetización de jóvenes y adultos
  • clases particulares de lengua, matemáticas, inglés.

Camino de casa a la escuela

Patio de la escuela



Aula de refuerzo
Aula de apoyo



El 23 de noviembre terminan las clases. Para que el verano no sea un tiempo “perdido” para l@s niñ@s actualmente estamos programando una escuela de verano. En esta actividad vamos a trabajar algun@s voluntarios (entre ellos Raúl y Sonia) junto con los becari@s. Esta nueva figura que no habíamos mencionado anteriormente son jóvenes de La Prusia que terminaron sus estudios de primaria en la escuela y a los que Casas de La Esperanza otorga una beca para que continuen los estudios de secundaria con la condición de que cooperen en alguna actividad de la ONG.

La escuela de verano dará comienzo el 1 de diciembre y terminará el 20 de enero (deseadnos suerte, chic@s).

Formación profesional:
Para que puedan acceder a un trabajo se les da formación profesional en el taller de soldadura. También se creó un taller de costura que actualmente lo llevan las propias mujeres de La Prusia.


Taller de soldadura

Raúl y Sonia también queremos sacar adelante las clases de computación pero debido a la humedad de la zona casi todos los portátiles de que se disponía están estropeados. Veremos cómo solventamos este tema.

El año que viene va a comenzar un taller para trabajar el empoderamiento de la mujer mediante algún tipo de actividad productiva. La mujer nicaragüense es una figura sin ningún papel en el espacio público debido al machismo brutal del barrio y, por las conversaciones que hemos ido manteniendo con los nicas, en general, de este país. Se conocen varios casos de maltrato en el barrio y hay muchos hombres que llevan una doble vida cuidando de dos familias. En este sentido la ONG determinó que en caso de que una pareja que estuviera viviendo en el proyecto se separara (como en la mayoría de los casos se debía a una infidelidad del hombre) la vivienda sería para la persona que se quedara con los hij@s de ambos que en el 100% de los casos es la mujer.

Radio
Este año vinieron unos voluntarios para montar una radio en el barrio y así ha sido.


Radio en el proyecto ACE 1

La radio la llevan algunos jóvenes del barrio y la idea es que pueda servir como un medio para comunicar temas que afectan a la comunidad. A día de hoy ya está retransmitiendo pero básicamente se emite música.

El 5 de diciembre vamos a hacer un mercadillo con la ropa que han ido dejando l@s voluntari@s, una representación de la obra de teatro Peter Pan con los niñ@s y un espectáculo de malabares. Para anunciar tal evento hemos decidido grabar una cuña que se emita en la radio para darle la máxima difusión y así que la gente del barrio ponga un puesto de comida, de fresco, etc para sacarse un dinerillo. El dinero que recaudemos l@s voluntari@s del mercadillo se utilizará en los proyectos que se están llevando a cabo.

Huerto
También se está trabajando en un huerto para que las familias que estén interesadas puedan plantar pipian (= calabacín), ayote (= parecido al calabacín) y sandía. Éstas son las hortalizas y fruta que se están plantando en el huerto a modo de prueba.


Huerto junto a la casa azul de los voluntarios

Hasta aquí un brevísimo resumen del proyecto de vida que han puesto en marcha Ángel y Judith invirtiendo tiempo y mucho dinero y que vamos ejecutando l@s voluntari@s cometiendo algunos errores pero con toda la ilusión, el empeño y la fuerza.

Casas de La Esperanza (I parte)

Antes de nada queremos agradeceros que hagais tantos comentarios en el blog. Nos encanta comprobar que lo seguis y para nosotros es una forma de saber que estais ahí. ¡Gracias!

El miércoles 17 hemos recibido la visita de Ángel, fundador de la ONG Casas de La Esperanza junto a su mujer Judith. Al conocer a Ángel comprobamos que como voluntarios formamos parte de un proyecto personal.

Ángel y Judith vinieron a Nicaragua para colaborar con la ONG La Esperanza de Granada. Una asociación que trabaja en la educación de l@s niñ@s y jóvenes de esta ciudad.

Trabajando con ellos conocieron el barrio de La Prusia, a sus familias y su problemática y plantearon a la ONG realizar un proyecto en este barrio. Por diferencias con las directrices de la asociación decidieron crear una rama independiente llamada Casas de La Esperanza, cuyo objetivo principal era proporcionar una nueva vivienda a las familias de La Prusia y terminar con las chabolas del camino.

Para alcanzar este objetivo se pusieron en contacto con una abogada y tasaron un terreno del barrio por un precio justo. Compraron el terreno con una capacidad para 35 viviendas de 42 m2 cada una (36 m2 + 6 m2 de porche). Se hizo una casa-modelo (la actual clínica) para calcular el dinero que costaría cada vivienda resultando un total de 1.000 dólares, costo que se vio incrementado hasta llegar a los 2.500 dólares debido a la dureza del suelo que resultó ser piedra arrojada por el volcán Bombacho, que estropeaba constantemente el tractor y al encarecimiento del material de construcción.

Recorrieron el camino hablando con sus gentes para ver quiénes estarían interesados en adquirir una vivienda informando de que se les facilitaría esa cantidad en forma de microcrédito por los materiales. Para acordar un precio mensual a pagar por las familias se reunieron con ellas y se decidió que 5 dólares al mes sin intereses era un precio asequible. Y se establecieron unos requisitos y unas condiciones:
  1. no podían tener ninguna propiedad
  2. las familias tenían que colaborar en la construcción
  3. al tener su vivienda terminada tirarían la chabola en la que habían estado viviendo.


Chabolas y sanitarios construidos con madera, chapas de metal, plásticos y láminas de zinc.

La construcción comenzó en el verano de 2005 y finalizó en enero del 2009. A día de hoy hay 36 familias viviendo en el proyecto llamado ACE 1. Sólo las 3 primeras tiraron su chabola y la mitad está pagando los 5 dólares mensuales. La otra mitad no paga por dificultades económicas por no tener trabajo o simplemente porque “si el vecino no paga yo tampoco y así me puedo tomar más tragos de guaro” (= bebida alcohólica hecha a base de maíz y término general usado para el alcohol). Además algunas de las familias hacen negocio con su antigua chabola alquilándola a terceras personas (especulación hasta en La Prusia…….).


Casa modelo - clínica


Plaza del mango (Proyecto ACE 1)

A diferencia del camino, en el proyecto tienen que pagar agua y luz. Por el agua pagan el gasto de electricidad de la bomba del pozo, que tiene una profundidad de más de 100 m. El agua es de buena calidad (al menos hasta ahora no ha causado ningún fenómeno intestinal anómalo, ya que es la misma que bebemos l@s voluntari@s, y se hizo un análisis que lo confirma).

Un tiempo después compraron un segundo terreno con capacidad para 80 viviendas (ACE 2). Actualmente algun@s voluntari@s y algun@s vecin@s trabajan cavando las fosas sépticas. Pero la construcción de las viviendas está parada debido a un problema en el diseño que realizó un arquitecto de la escuela de Harvard, que supone un encarecimiento de la vivienda y por lo tanto una mayor dificultad para el pago de los microcréditos por parte de las familias de La Prusia.


Durante este tiempo Ángel, Judith y l@s voluntari@s han ido detectando necesidades en el barrio y se han ido desarrollando otros proyectos paralelos a la construcción.

Continuará……………

miércoles, 10 de noviembre de 2010

León, capital de la revolución


El pasado fin de semana estuvimos con otros cinco voluntarios, compañeros de La Prusia,  en León…..parece mentira… cruzar el charco para acabar en esta ciudad.

Es bastante más grande que Granada y con mucho encanto por los numerosos murales relacionados con la revolución sandinista, ya que esta ciudad es considerada la cuna del levantamiento popular. Además se trata de una ciudad universitaria y esto se nota en el ambiente de la calle y festivo-nocturno.






El hostal en el que nos alojamos estaba genial, habitación doble, internet, 10 minutos de llamadas internacionales, barra libre de café y té, piscina y billar, todo por el equivalente a unos 14 euros la habitación doble…………..lo mejor sin duda fue poder dormir en un colchón que no se hundiese (véase foto de nuestra suite en un post anterior).

 En la piscina del hostal

 En la terracita del hostal con otros compañeros

El viernes tomamos unas Toñas y unos Flor de Caña (aquí no se andan con chiquitas directamente te ofertan la botella, nada de cañas ni de copas, ¡a lo grande!).


A la mañana siguiente nos encaminamos al museo de la revolución. El guía, llamado Franco, es un revolucionario convencido que había luchado con el Frente Sandinista y había sido arrestado en un par de ocasiones por la Guardia Nacional durante la dictadura de Somoza. Durante la visita al museo nos expuso con mucho sentimiento y emoción la historia contemporánea de Nicaragua. Por cierto, al final parecía que le habían dado cuerda y no nos soltaba. Pero a tod@s nos encantó conocer la historia y las injusticias sufridas por el pueblo nicaragüense en el siglo XX.




Tras esta instructiva visita cogimos (o mejor dicho, “agarramos”, que aquí eso de “coger” se utiliza para otros menesteres…………) un autobús que nos llevó a Las Peñitas, una zona costera del Pacífico. El viaje (20 kilómetros) duró aproximadamente 1 hora (para que os hagáis una idea de cómo son las comunicaciones terrestres por aquí). Una vez en la playa nos dimos un bañito o más bien luchamos contra las olas, porque aunque el nombre del océano sea Pacífico esas aguas eran de todo menos tranquilas. El agua te arrastraba hacia dentro con bastante fuerza y una ola aparentemente insignificante te tiraba al suelo, literal. Después del ejercicio acuático nos decidimos a comer en un restaurante-chiringuito regentado por una francesa y unos nicas donde degustamos el plato más rico que hemos comido en Nicaragua: camarones al coco, sólo de recordarlo se nos hace la boca agua.

 La playa estaba desierta......

Atardecer en Las Peñitas

Lo que quedaba de fin de semana lo aprovechamos paseando por León, visitando la catedral y comiendo en los puestos de la calle.

 Catedral de León

Ahora a la camita que mañana toca escuela y salir de excursión con los chavales del barrio a Managua, donde podrán disfrutar de un teatro y cuentacuentos con payasos, actividad organizada por  el Centro Cultural de España.

PD: Con respecto a las donaciones hemos estado gastando parte del dinero en medicinas que nos ha encargado la responsable de la clínica, voluntaria de la ONG.
Los medicamentos que compramos para los vecinos de La Prusia son: Clotrimazol – pomada y óvulos para los hongos, 10 cajas de cada uno; Bromexina (jarabe para la tos), 6 frascos, Mebendamin (vitaminas), 10 cajas; Ciprofloxacino (antibiótico), 3 cajas de 30 comprimidos. Todo esto ha costado, al cambio, unos 120 euros (recordemos que la seguridad social aquí no nos subvenciona las medicinas).