Viaje por el norte: Matagalpa

Con cierto retraso pasamos a contarnos nuestra excursión a Matagalpa, una ciudad al norte de Nicaragua, donde viajamos el fin de semana del 18 y 19 de Diciembre.

Matagalpa está situado a casi tres horas en bus nica de la ciudad de Managua, y no tiene nada que ver con Granada. La zona norte del país es más montañosa y por las noches hace algo más de frío, aunque durante el día el calor aprieta igual de fuerte. La ciudad en sí es mucho más moderna, tiene pasos de cebra, bajadas para minusválidos, el tráfico más o menos bien regulado….todo lo contrario de la ciudad en cuyo extrarradio vivimos. Tiene muchas tiendas relativamente modernas y parques bien cuidados y limpios.

El sábado por la mañana quedamos con otros voluntarios (dos canadienses y un estadounidense) y nos dirigimos a la Selva Negra, una mezcla de finca privada, parque de arboleda muy densa y zona cafetalera. Es una propiedad de unos alemanes afincados a 12 km de la ciudad y que está destinado a visitas turísticas. 

El sitio está muy bien preparado, con su lago, su restaurante y cabañas para alquilar y pasar la noche, pero sin perder el toque medianamente salvaje, con una exuberante vegetación principalmente formada por árboles que se estrangulaban sobre sí mismos. Aprovechamos para hacer una ruta por allí que duró aproximadamente una hora. 

Nuestros compañeros de viaje haciendo el cabra

  

Tras la caminata vimos una fábrica-museo de café situada en las propias instalaciones de la finca, y nos encaminamos hacia la carretera para “agarrar” un bus en dirección a Matagalpa. Justo en el cruce con la carretera principal hay un tanque que los guerrilleros sandinistas arrebataron, durante los años de la revolución,  a la Guardia Nacional en una emboscada tendida cerca del lugar en cuestión.

Museo del café

Al regreso a la ciudad, y tras una ducha, quedamos de nuevo con nuestros compañeros, que estaban alojados en otro hostal y salimos a dar una vuelta. Mientras esperábamos en el parque a que llegaran los norteamericanos se nos acercó un nica para entregarnos publicidad de un acto cultural y estuvo hablando con nosotros durante un buen rato. Nos hablaba  sobre lo difícil de la convivencia en la época de la dictadura somocista y un episodio en el que los revolucionarios habían matado a los guardias de un cuartel situado en la ciudad. Tras esta conversación y habiéndonos hecho la idea de que había sido o, incluso, era sandinista, cuál sería nuestra sorpresa cuando nos confesó que había participado con la Contra, “democratizando el país” (palabras textuales del sujeto).

Después de esto cenamos algo y nos fuimos a un bar donde había música en directo. Esa noche actuaban “Los Hijos del Maíz”,  un grupo que tocaba canciones tradicionales latinoamericanas, la mayoría con un carácter prorrevolucionario y sandinista. Tocaban muy bien y lo pasamos en grande.

Al día siguiente nuestros compañeros de viaje se fueron a hacer otra excursión y nosotros nos dedicamos a visitar la ciudad. Vimos la catedral, muy sobria y blanquísima, por dentro era bastante sencilla y pudimos ver que estaban celebrando unos bautizos.

Estuvimos paseando por un par de parques e intentamos ir a la casa-museo de Carlos Fonseca, ideólogo y fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional, pero los domingos cerraban, así que nos quedamos con las ganas.

Finalmente, a las 13:00 horas tomamos un bus que nos dejaba en Managua y, desde allí, tras una hora de viaje en bus urbano por la capital para ir a otra estación, agarramos otro bus que nos dejó en Granada, ya de noche.

Un vasín de leche y pa' la piltra que al dia siguiente había que madrugar.