miércoles, 3 de noviembre de 2010

Nuestro día a día

Los días en La Prusia comienzan muy pronto, a las 6 y media o 7 h. A partir de esa hora es un “no parar”. Tras una ducha (fría) desayunamos, detectamos las nuevas picaduras de “zancudos” (término nicaragüense para referirse al mosquito) adquiridas durante la tarde noche del día anterior – esto es sólo aplicable a Sonia, pues a Raúl, inexplicablemente no le pican- y revisamos el calzado para evitar encontrarnos con algún huésped inesperado.

Sobre las 7 y media nos encaminamos hacia la escuela “La Inmaculada”, a la que asisten algunos niños de La Prusia para recibir clases impartidas por profesores que en su mayor parte dejan bastante que desear en cuanto a su calidad educativa se refiere.

Bajando el Paseo Zorrilla de La Prusia

Una vez allí Sonia se encarga del refuerzo escolar de los niños de 2º grado y Raúl de los de 3º y 4º (unidos en una misma clase). Nuestra labor consiste en dar clases personalizadas a los niños que tienen más dificultades para leer, escribir, sumar, restar…….hay alumnos de 12 años que no saben leer ni escribir con soltura……y la resta “con llevadas” es todo un mundo.

El horario oficial es de 7:00 a 12:00, pero el 90% de los días termina antes y la duración de cada clase varía en función del ánimo del profesor.

A las 12 y media dos de los voluntarios recogen la comida y comemos todos juntos: la dieta base es arroz con frijoles y a esto se le añaden cosas como: pollo, puré de patatas, pasta o plátano frito.

A partir de las 2 y media comienzan las tareas de la tarde. Sonia acude al Grupo de Apoyo, donde, junto a otras voluntarias, realiza actividades lúdicas y educativas para algunos de los niños del barrio. Mientras tanto, Raúl enseña a leer y escribir a dos personas mayores que viven cerca de nuestra casa.

Foto realizada a petición de los chavales

Todas estas actividades son muy gratificantes para nosotros, aunque no por ello dejamos de llegar agotados a la cama. En seguida hemos cogido cariño a los habitantes de la Prusia, en especial a los más pequeños, y nos hemos dado cuenta de que el niño del libro de la selva a su lado era un urbanita.

Cuando terminamos las actividades de la tarde solemos ir algunos voluntarios al Cafetín, un negocio de una familia de La Prusia, financiado por la ONG con un microcrédito, donde preparan unos “frescos” riquísimos, a base de zumo de frutas, agua y hielo.

El Cafetín

A las 7 y media cenamos lo que preparan los voluntarios a los que les toca cocinar. Tras esto se hace una minirreunión dirigida por la coordinadora de la ONG y después llega el momento de la tertulia, la lectura y algún que otro juego de mesa, siempre que el sueño te lo permita. Nosotros a las 10:00h ya solemos estar durmiendo. Cada noche un insecto, artrópodo o bicho, en general, aparece en la habitación para darnos las buenas noches…. Mañana será otro día….

Una de las camas de nuestra suite

8 comentarios:

Riesko dijo...

Holaaaa:

Bueno, aunque sea un poco duro parece que merece la pena. Espero que lo esteis pasando muy bien.

Un abrazo a los dosss.

julián dijo...

¿Qué vida?

Nada desearos suerte y darle duro al arroz con frijoles.

Saludos

Anónimo dijo...

Parece duro, pero una cosa os digo, a Sonia le ha cambiado la cara totalmente. Estás radiante!!! Asi que supongo que la experiencia os estará llenando.

Besos y abrazos!

PD: Siempre dijeron que los mosquitos chupaban la sangre más dulce ;)

Héctor dijo...

Desde tierras zamoranas os mandamos mucho ánimo porque un cacho chorizo va a ser más difícil ;)

un saludo.

Anónimo dijo...

Jo, cómo mola, no? No lo de los mosquitos, q son una putada, sino vuestro día a día. Yo kiero probar uno de esos frescos q os tomais en el kioskillo de allí!!!! Y es genial el contraste de la blancura de las piernas de la Choni con el tonillo del chavalín indígena, jajajjajaja!

Un besote gigantesco dsd Ávila (weno, en Pucela en estos momentos, xo en mi city en un plis plas).

Por cierto, no sé xq, xo os escribí en los otros dos post anteriores y no aparecen mis comentarios...A ver si con este hay más suerte

Carlos Die dijo...

Vaya!! No parais en todo el dia.La verdad es que no os faltan cosas que hacer desde la mañana hasta la noche.Tiene que ser todo muy bonito y gratificante el estar ayudando a la gente de La Prusia pero tambien me imagino que os encontrareis con algún momento duro, asi que,animo!!!!

Conde Chócula dijo...

"La Inmaculada" y profesores que dejan mucho que desear en materia docente. ¿habláis de La Prusia o de Valladolid jeje?

Bueno, me alegro de que lo estéis pasando bien, El Cafetín ése tienen buena pinta.

PD: A mi tampoco me pican nunca los mosquitos, debe ser por algo que como que me ha podrido la sangre, igual los kebabs.

Un abrazo.

FOTON dijo...

Muy bien chicos, os lo estáis currando la leche y acabaréis cada día cansadísimos.
Tiene que ser agotador para los pobres niños aguantar tantas horas a Elraul y además saber que va a volver a aparecer el día después porque no le pican todos los mosquitos que meten en la habitación antes de que entréis.